domingo, 25 de enero de 2015

Nisman, Ecke, Holder, Yabrán y Cabezas


El automóvil marca AUDI patente MPC641 en el que se movilizaba el fallecido fiscal Alberto Nisman, es propiedad de Palermopack S.A., empresa de packaging cuyo dueño es socio de Eugenio Eduardo Ecke, vinculado con causas como las escuchas ilegales del macrismo, investigado por el asesinato de José Luis Cabezas, y señalado como operador local de un ex agente de la CIA. El auto pertenece a esa empresa propiedad de Fabián Aníbal y Claudio Alejandro Picon, socios comerciales de Ecke en otras dos empresas, llamadas Starpack y Easypack.
Ecke trabajó y está vinculado con Frank Holder, un ex agente de la CIA que actualmente tiene una empresa de seguridad privada llamada Kroll, que opera en Estados Unidos y Latinoamérica y es conocida como “la CIA privada”. Holder era asesor del embajador de EE.UU. en la Argentina, Terence Todman, y supervisó el traspaso de las empresas de Alfredo Yabrán al Grupo Exxel, de Juan Navarro Castex Ocampo.

Holder fue quien se ocupó de desvincular de las empresas de Yabrán a los represores Victor Hugo Dante Dinamarca, del Servicio Penitenciario Federal, y Adolfo Donda Tigel, torturador y asesino de la Esma y también tío de Victoria Donda y quien la entregó a su apropiador, el también torturador y represor José Antonio Azic.
Ecke está señalado como el operador local de Holder, así como Jefe de Seguridad de la empresa Exxel Group, que se quedó con las firmas de Alfredo Yabrán luego de su muerte. De hecho, fue vinculado en 1997 con el asesinato de José Luis Cabezas y nunca pudo explicar por qué recibió un llamado de un represor que trabajaba para Yabrán a la misma hora en que Cabezas era ejecutado. 

Además, mediante la empresa de seguridad de la que es principal ejecutivo, de nombre Segar, se sospecha de su vinculación con Ciro James, imputado por la causa de las escuchas ilegales durante la gestión macrista, que causalmente pinchó, entre otros, los teléfonos de Sergio Burstein, de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la Amia.
Holder sabe de operaciones políticas y de confabulaciones con medios de comunicación. En 2006 una investigación suya (a través, obviamente, de su agencia Kroll) casi voltea al gobierno de Lula da Silva en Brasil, en plena campaña presidencial. Lo hizo de la mano de la revista opositora Veja donde reveló que presuntamente varios ministros del gobierno tenían cuentas ocultas en el exterior del país. 
Pero eso no es todo. Según una versión no confirmada, pero con suficiente asidero, se involucra a Holder en la siniestra operación que terminó con la muerte de Alfredo Yabrán, el empresario vinculado al menemismo y reiteradamente acusado del tráfico de drogas y de armas. Según esa especie, Holder les había prometido a los represores entregarles las empresas de seguridad de Yabrán a cambio de coordinar o ejecutar la muerte de Cabezas, y por eso luego fue el encargado de deshacerse de ellos. Tras la encerrona política criminal que significó el asesinato de Cabezas para él, Yabrán se recluyó finalmente en la finca donde se suicidó. Hay quienes aseguran -y así lo sugirió un cable de la agencia Dyn (luego extrañamente rectificado)- que Yabrán recibió la visita de dos “extranjeros” que le advirtieron que su hija Melina corría peligro si él no tomaba la determinación de suicidarse. Y así fue. Demasiado parecido a lo que puede haber sucedido con Nisman.